Mi confrontación con la docencia.

Soy Lic. En Informática de profesión y hace un año acabo de terminar la Lic. En Educación Media Superior con especialidad en Lengua Española y Literatura, el hecho de haber estudiado una segunda carrera en una Escuela Normal me abre un panorama completamente diferente, ya que todos mis profesores eran maestros normalistas (docentes de profesión, y no de ocasión como algunos los somos) y esto me deja ver las grandes diferencias entre los tipos de docentes. El encontrarme con una gama inmensa de estrategias pedagógicas y de tantos temas que yo desconocía me da la oportunidad de aplicarlas en mis grupos y esto le da un plus a mis clases.

 Adoro mi trabajo es revitalizante estar en un salón de clase, creo que el presente y el futuro de nuestro muchachos recae en nosotros ya que para muchos de ellos porque nos toman como unos ejemplos a seguir; por eso es importante que seamos buenos en nuestro desempeño.

 Todos los integrantes de este curso hemos coincidido en que ser docente de nivel medio superior representa un gran paso en nuestras vidas, ya que estar con estos jóvenes nos convierte en sus guías y facilitadores de conocimientos y esto genera que cada alumno construya su aprendizaje.

 Cada paso que damos en un salón de clase representa un motivo de satisfacción porque eso indica que somos personas activas y que formamos parte de ese grupo. Para mí las satisfacciones son enormes; desde llegar a la escuela, el último minuto de clase del día, hasta el trabajo que realizo en casa como revisar trabajo o planear la semana de clase, todo es importante porque forma parte de algo que me gusta hacer.

 El ver a mis alumnos convertidos en gente de bien y con un objetivo en la vida es lo máximo, el ver en sus ojos esas ganas por salir adelante y saber que han cambiado sus actitudes ante la vida es muy agradable, me hace sentir que cada minuto de esfuerzo que invierto en esta labor vale la pena.

 El escrito de “La aventura de ser maestro” nos menciona que a veces los docentes batallamos mucho con los alumnos por las deficiencias que traen desde secundaria, pero también nos dice que no nos queda de otra más que salir adelante en esta gran lucha; y yo en lo personal coincido con esto, nunca hago menos a mis alumnos ni los critico, más bien los apoyo e invito a salir adelante.

A veces también me encuentro con algunos “malestares”, no todo es agradable; a veces nos enfrentamos con alumnos muy renuentes a trabajar y con actitudes negativas, o padres poco colaborativos y hasta con personal administrativo que limita nuestra labor docente. Es importante tener todas estas situaciones presentes para librar cualquier problema.